Me
lanzo al cuello de Justin y le digo que gracias, que gracias por ser así y que
le quiero. Yo por cada palabra que me decía más me apretaba contra él. Le doy
un beso lento, que termina en morderle el labio, como le hizo a Sandra y nos
quedamos callados.
Justin:
Te ha gustado eh
Yo: ¿El
que? –sonrío con una sonrisa pícara-
Justin:
Morderme el labio.
Yo:
Aprendí del mejor, lo sabes. –Justin se ríe-
Amo su
risa, le brillan los ojos, y rebosa de felicidad. Todos los días le doy las
gracias a Dios por permitirme tenerle tan cerca como lo he tenido siempre. Es
un cielo de persona, y le quiero más que a mi vida. Supongo que si tuviese que
elegir entre vivir yo o él, viviría él. Simplemente por el echo de que yo no
podría vivir sin su existencia. No podría. Él hace más por mí que por él, y no
se lo permito.
Yo:
Justin, gracias por todo, enserio…
Justin:
Cállate anda…
Yo: Lo
digo enserio, ¿sabes?
Justin:
Sabes lo que siento por ti, lo sabes, no hace falta que me lo digas, daría la
vida por ti si hiciese falta.
‘Daría
la vida por ti si hiciese falta’ ¿Había oído bien? Vale, ahora si que si, era
una de las personas más felices de este mundo, por que sabía que jamás estaría
sola mientras que Justin estuviese vivo.
Yo:
Justin, digo lo mismo que tú.
-Sidney
hace como que tose-
Justin
y yo reímos.
Yo:
Sidney ¡Lo siento! –Ella me lanza un cojín y después yo se lo lanzo a ella y le
doy un abrado-
Sidney:
Sabes que te comprendo, eh.
Yo:
Si…Gracias.
Sidney
terminó de hacer los deberes y Justin y yo la acerquemos a su casa.
Yo:
Gracias por todo Sidney. Buenas noches. –sonrío-
Sidney:
No me las des, buenas noches cielo. Mañana no iré a por ti, ya puedes ir con
Justin…
Yo: Si,
gracias por llevarme hoy, mañana nos vemos. ¡Hasta mañana!
Sidney:
Adios cielo. –nos abraza a Justin y a mi, y cierra la puerta.-
En el
camino de vuelta a casa, Justin me explico todo lo que le había dicho Sandra y
bueno…La odio. Cuando lleguemos a casa Justin me cogió en brazos y me tiró al
sofá. Él se puso encima de mi y empezó a besarme desde los labios, hasta llegar
al cuello, y luego volver a los labios, luego cuando se despegó y se quedo
encima de mí a centímetros de la cara, cuando me ruge el estomago.
Yo:
Tengo hambre… -Justin se levanto y me paso las manos por detrás de la espalda y
me puso recta sentada en el sofá. Cogió su teléfono y me dijo ¿Comida china?
–Comida china –repetí asintiéndole a pregunta.-
A los
20 minutos teníamos a un chinito en la puerta, con la comida y eso.
Cenemos,
y abrimos una galletita de la suerte que llevaba con el menú. Ponía:
‘Un
amor, que podría llegar ha durar siglos.’
Tenía
razón. Nuestro amor duraría siglos si pudiésemos hacerlo.
Justin:
Te quiero.
Yo: Te
amo.
Espero que hayáis disfrutado leyendo este capítulo. Siento la tardanza, pero es que no tenía tiempo de subir, con todo el lío de los examenes...Dar RT a este tweet https://twitter.com/MiriamSwaggie/status/263304346773647361 para que sepa quien está sieguiendo la novela. GRACIAS por leer. Os amo.
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