miércoles, 25 de julio de 2012

Capitulo 18.

Era…Era algo que jamás me esperé que me regalara. Me regaló un álbum de fotos. No… no me lo podía creer. 
Él tenía fotos mías, que no tengo ni yo, y fotos nuestras, que no recuerdo quien nos las sacaron, pero él las tenía todas. Desde que éramos pequeñitos, hasta ahora. Había también hojitas que recogíamos de los árboles cuando éramos pequeños, y las guardábamos como recuerdo de todos aquellos días, cuando nos lo pasábamos genial en otoño, con un montón de hojas de color marrón desde claro, hasta oscuro. 
Cuando juntábamos un montón de hojas y nos tirábamos sobre ellas. Termino de ver cada hoja del álbum y sin querer, se me humedecen los ojos, y evito llorar, por que no quiero que, cuando despierte, me vea con los ojos así…pero me resulta imposible no llorar. Es increíble todo lo que ha hecho por mí. Intento llorar bajo, para que él no se despierte, cuando, durmiendo se da la vuelta, hacia el lado donde estoy yo. Pensaba que estaba despierto, pero no, seguía en un profundo sueño. Cuando aún tengo lágrimas en las mejillas, me las seco con la mano, y sonrío. Le acaricio la cara a Justin, y digo: Gracias Justin, por todo, te quiero. 
No se si me estaría escuchando, pero se le apareció una inconsciente sonrisa en la cara. Supongo, que se le aparecería en el sueño que tuviese, lo que le acabo de decir. Él se pone boca arriba en la cama, con los brazos abiertos, por un momento pensé que me iba a empujar, y sacar fuera de la cama, pero no lo hizo, si no que se quedo quieto. Yo eché el brazo por encima, y me acurruque junto a él. Pasemos la noche abrazados. Él se despertó a media noche, y como veía que estaba encogida, y tenía las manos algo frías me echo una manta por encima, y él continuó durmiendo. Cuando me desperté al día siguiente, me desperté sola en la cama, y me pregunté donde estaría Justin. Me quito la manta de encima, me pongo mis zapatillas, y voy al cuarto de baño, a asearme. Cuando salgo de la habitación voy a la cocina, y veo encima de la mesa, crepes, y mermelada de fresa, que es mi preferida. Suelto un pequeño sonido como diciendo: aw. Y luego alguien me agarra por la cintura, me quita el pelo de la cara, y me dice al oído: Buenos días princesa. Me giro, y ahí está Justin. 
No me dio tiempo a decir nada, por que se abalanzó sobre mí y me beso. Nos quedamos así, un buen rato, cuando le hago hacia atrás y le miro a los ojos, y me dice ¿desayunamos? Yo asiento. Me hace sentarme en la silla, y el me empuja hacia adelante hasta que llego bien a la mesa. Él se sienta enfrente y desayunamos. Cuando estamos comiendo, suena el teléfono y sale corriendo a cogerlo. Termino de desayunar, y él sigue hablando, así que, recojo la mesa, y cuando he dejado el último plato en el fregador, oigo colgar muy fuerte el teléfono, y oigo a Justin subir corriendo por las escaleras y entrar a su habitación y cerrar la puerta de un portazo, y apenas 8 segundos después se oye otro golpe, muy fuerte dentro de su habitación. ¡Justin! Grito desesperada, sin saber que ha pasado, corro hacia su cuarto, gritando su nombre, abro la puerta y vuelvo a gritar ¡Justin! Y….

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